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Pensamientos

 

 

Desde aproximadamente las diez y media de la noche,

hasta aproximadamente las doce y media.

Fuego. “Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob”

(Ex 3, 6) y no de filósofos y sabios. Certeza. Certeza.

Sentimiento. Alegría.Paz.

 

Cuando uno lee con detenimiento estas palabras,cuando sabe que son las escogidas por uno de los mayores físicos y matemáticos de la Edad Moderna para plasmar su momento de conversión, que son unas palabras que desde ese momento le acompañarían cada día de su vida guardadas en su vestimenta para recordarle este momento, cuando uno trae todo esto a su presencia mientras lee estos balbuceos se siente una mezcla de vértigo y pudor al encontrarse ante un hecho tan extraordinario como es este.

Por eso no hace falta más que exponer la talla intelectual del autor y su profunda conversión para presentar una obra que un científico de reconocimiento mundial se retiro a preparar como una defensa de su fe. Pascal se proponía dirigir aquella proyectada apología no a los teólogos ni a los “doctos”, sino a los laicos, a los hombres de mundo y especialmente a los que el trato del mundo había alejado de la fe, o sea a los indiferentes, a los incrédulos; el autor deseaba sacudir su indiferencia y conducirles a plantearse el problema de Dios y a sentir la necesidad de profundizar en él. Y se proponía, al mismo tiempo, restaurar en los espíritus el vivo sentido y el verdadero significado de la religión cristiana tal y como el propio Pascal la concebía.

Verdaderamente es una pena que el propósito formal de Pascal de construir una obra completa se viera truncado por su muerte, pero para nosotros, sus lectores, casi se convierte en una ventaja, pues la obra se ha quedado en una serie de máximas, ideas lucidas que él va teniendo, y con las que nos abre a nosotros a realizar el camino hacia la meta que el vislumbraba, y que a lo mejor se habría visto nublado si hubiera entrado en una elaboración mas completa y compleja. Por otro lado esta deficiencia en la estructura no va en detrimento de su propósito en cuanto al fondo,pues consigue hacer que el lector “desee que sea verdadero lo que expone para luego demostrar que es verdadero”, como el mismo dijo, partiendo más que de elevadas verdades teologales de la simple miseria e impotencia humana que todos nosotros vivimos en nuestras carnes.

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