Saltar al contenido
Seminario Conciliar de Madrid
  • ¿Quiénes somos?
    • El rector y los formadores
    • Los seminaristas
  • Día a día
    • ¡Ven a adorarle!
    • La revista
    • Nuestra Biblioteca
    • Cine-Sala Toribio
    • Café y Compañía
  • La Vocación
    • Grupo de discernimiento vocacional
    • Testimonios de seminaristas
      • El Fotomatón
    • Testimonios de sacerdotes
    • Preguntas y respuestas
  • Contacto
  • Ayúdanos
Búsqueda en el sitio

Oración 10 abril 2018

EVANGELIO

Del evangelio según san Juan (3,5a.7b-15):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu».
Nicodemo le preguntó:
«¿Cómo puede suceder eso?».
Le contestó Jesús:
«¿Tú eres maestro en Israel, y no lo entiendes? En verdad, en verdad te digo: hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio. Si os hablo de las cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo creeréis si os hablo de las cosas celestiales? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna».

CANCIONES

 

MEDITACIONES

“Tenéis que nacer de nuevo”

por Pablo M.

¡Buenas noches Jesús!

Gracias por poder estar en Tu presencia esta noche una vez más.
Ha pasado la semana santa, y ahora contemplamos Tu Resurrección. Hoy en el Evangelio, me invitas a nacer de nuevo.

Renacer. Es una palabra que me diriges a mí personalmente. Renacer a Ti, a eso me invitas hoy Señor. Renacer significa cambio, conversión, novedad. Y el cambio al que me llamas es el cambio a la santidad. Me llamas hoy, ahora, tal y cómo soy. No esperas que sea perfecto para que me eche a andar. No esperas que te demuestre que te quiero para llamarme. Solamente me miras, y me amas.
Gracias Señor por mi llamada a la santidad. La santidad que me ofreces, no es una santidad reservada a unos pocos, sino que es para todos. Consiste en dejarme amar por tí y amar yo.
Muchas veces me cuesta Señor, porque soy débil. Además, yo sólo no puedo, te necesito a Ti. Por eso, hoy vengo aquí, a postrarme a tus pies. Para que me ayudes y me renueves con Tu gracia.

Quiero poner delante de Ti todas mis debilidades, mis preocupaciones, mis miedos y dejarlos en Tus manos. Tú me dices que no tenga miedo.  Quiero seguirte Señor, seguir esa llamada que me haces día a día.

Hoy te pregunto cómo Nicodemo: “Pero, ¿cómo sucede esto? ¿Cómo puedo renacer concretamente ahora?”. Ayúdame a escucharte Señor, y a responder a tu llamada.
Quiero dejarme amar y liberar por Ti. Quiero dejarme guiar por Tu Espíritu Santo, que es Espíritu de amor, y que es el que tiene poder para dar vida. No quiero quedarme en la mediocridad, sino que quiero volar a la santidad.
Virgen María, ayúdame a decir que sí cómo tú, para renacer a la santidad verdadera, viviendo cada momento colmándolo de amor, que es el camino más seguro hacía tu Hijo.


 

 

Seminario de Madrid

Seminario de Madrid

¡Síguenos en redes sociales! →

facebook-logo   logo-youtube   logo-de-insta

Tema por Colorlib Funciona con WordPress