Saltar al contenido
Seminario Conciliar de Madrid
  • ¿Quiénes somos?
    • El rector y los formadores
    • Los seminaristas
  • Día a día
    • ¡Ven a adorarle!
    • La revista
    • Nuestra Biblioteca
    • Cine-Sala Toribio
    • Café y Compañía
  • La Vocación
    • Grupo de discernimiento vocacional
    • Testimonios de seminaristas
      • El Fotomatón
    • Testimonios de sacerdotes
    • Preguntas y respuestas
  • Contacto
  • Ayúdanos
Búsqueda en el sitio

Oración 16 mayo

MARTES 16 MAYO 2017

Evangelio de la oración

Del Evangelio según san Juan (14,1-12)

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre».

[contraer]

Canciones de la oración

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO

EVANGELIO

MEDITACIÓN 1

MEDITACIÓN 2

CANTO DE RESERVA

CANTO A LA VIRGEN MARÍA

[contraer]
meditaciones
“Yo soy”

por Quique G.


Llevamos una semana repitiendo esta frase tan sencilla y a la vez tan cargada de significado. “Yo soy”


Cristo, te pones a Tí mismo en el centro de tu predicación y nos invitas a hacer lo mismo, a ponerte en el centro de nuestra vida, de nuestras acciones, intenciones y operaciones…


“Yo soy todo lo que necesitas, quien me ha visto a mí ha visto al Padre”.


Venimos ante Tí, Señor, a traer todo lo que carga nuestro corazón y a escuchar lo que dice el tuyo desde la custodia. Cargamos con el dolor propio y con el de otros, y como Moisés te preguntamos: “Si ellos me preguntan cuál es tu nombre ¿qué les responderé?“
“Yo soy el que soy” “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, “Yo soy la luz del mundo”, “Yo soy el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas”


¡Cuántas veces me olvido yo de quien eres, Señor!


¡Cuántas veces me pierdo y no encuentro el centro en Tí! Y como la novia en el Cantar de los cantares te pido: “Indícame, amor de mi alma, dónde apacientas el rebaño, dónde lo llevas a sestear a mediodía, para que no ande yo como errante tras los rebaños de tus compañeros”(Cantar 1,7)


“Indícame, amor de mi alma”. Ahí se resume todo lo que vengo esta noche a buscar: Enamorarme de este Cristo que me llama.
El Padre Arrupe decía: “¡Enamórate!¡Permanece en el amor! Todo será de otra manera”


En este camino de Pascua, haz Señor que te conozcamos más internamente “para poder más amarte y seguirte“. Que venga sobre nosotros tu Espíritu Santo, que por el Padre nos recuerde: “Este es”, y nosotros podamos contestar como la novia en el cantar: “Yo soy de mi amado”.

[contraer]
El que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores

por Pablo M.

Buenas noches Señor,

Gracias por estar aquí un martes más, por tu presencia en mi vida, por tu palabra…
Hoy me haces una promesa. Me dices “el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores”.
Lo primero que me dices, es que crea en ti. Es una cosa que me parece a veces muy obvia, y que repito cada día en la Misa, la mayoría de las veces sin pensarlo ni siquiera.
Pero ¿qué significa creer en ti? ¿Qué digo realmente cuando pronuncio: “creo en Tí”?
Muchas veces en mi día a día, uso este verbo: creer. Lo uso para expresar varias cosas. Puedo creer en un ideal, en un equipo. Puedo incluso decirle a alguien: te creo. Y lo digo expresando confianza, seguridad en el otro.
Sin darme cuenta, mi vida cotidiana está llena de actos de confianza, está regida por un “yo creo” expresado de diversas maneras. Si yo dudara de todo lo que me dicen y no pusiera confianza en nadie no podría vivir. Porque tendría que comprobar todo por mi mismo.
Tu Señor, te acercas a esta capacidad mía de confiar, de amar. Me muestras tu amor incondicional, amor por el cual me has dado la vida.
Y me dejas que yo lo vaya descubriendo, y que desde lo más profundo de mi ser pueda decir como respuesta a tu amor: “yo creo en Ti”. Y no es un mero creer como puedo creer en alguien que me indica la dirección de un restaurante cuando me pierdo, sino que es una creencia que orienta mi vida. Que orienta mi vida a ti Señor.

Tú, Señor, me has dado la vida y me has elegido para realzar tu obra en mi.

Pero ¿qué obras Señor?

Primero me pides que te crea, para que luego me puedas enviar. Me envias a anunciar tu amor, tu salvación.
Esta es la obra más grande que puedo realizar. Prolongar tu obra, anunciandote, anunciando tu salvación concretada en tu muerte y resurrección.
Y para esta misión, que nos pides a todos y a mí en concreto, cómo seminarista, me envías tu Espíritu Santo que me guia y me impulsa.
Y tu Espíritu Señor, es el que nos constituye como un don. Ayúdame a acoger este don Señor y a compartirlo con los demás. Este es el milagro, la obra que prometes realizar en mí.

Y ¿para qué hacer todo esto?
Para glorificarte Señor.
Tu eres el que me colmas de bondad, de amor y me llevas a la plenitud, a la felicidad perfecta. Y quieres manifestar en mi esta plenitud, este Amor a los demás. Porque cuando más me dejo hacer por ti, más te glorifico Señor.
Ayúdame a serte dócil Señor, a creer en ti de verdad, para que pueda decirte como el cardenal Newmann: “Brilla a través de mí, y permanece tanto en mi, que todas las almas que entren en contacto conmigo, puedan sentir tu presencia en mi alma”.

[contraer]

 

Más oraciones

28 marzo 2017
04 abril 2017
25 abril 2017

09 mayo 2017

[contraer]

Seminario de Madrid

Seminario de Madrid

¡Síguenos en redes sociales! →

facebook-logo   logo-youtube   logo-de-insta

Tema por Colorlib Funciona con WordPress