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Oración martes 28

 

EVANGELIO

Del evangelio según san Lucas (21,5-11):

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos.
Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»
Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: “Yo soy”, o bien “El momento está cerca”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.»
Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.»

 

CANCIONES

 

MEDITACIONES

“No tengáis pánico”

por Pablo M.

¡Buenas noches Jesús! Gracias por poder estar aquí, en Tu presencia un martes más.

Hoy me hablas de realidades como guerra, el odio o la presencia del mal en el mundo. Pero me invitas a mirar la historia y sobre todo mi historia, a la luz de Tu palabra.
Muchas veces, ando preocupado porque descubro en mi vida la fragilidad, el límite, el error, el mal… Y entonces busco seguridades, en cosas, en personas, o incluso en mí mismo.

Me creo el soberano de mi vida, pero enseguida me doy cuenta de que no es así.

Hoy con tu palabra Señor, me dices que camino hacia la meta equivocada, y me haces descubrir que mi verdadero Soberano eres Tú, porque Tú eres él único capaz de salvar mis preocupaciones, mis debilidades, mis oscuridades. Y me presentas cual es Tu plan para mí, que es un plan de amor. Tú realmente Señor eres el que colmas mis necesidades, eres el que me llevas a la plenitud, porque sólo tu me enseñas a amar de verdad y no a odiar, a perdonar y no a guardar rencores. Me presentas tu plan de bien, pero me dejas libre para elegir si seguirlo o no.

Te pido Señor, que al buscar mi seguridad, la busque siempre y sólo en Ti.

Tú, Señor, eres el único que de verdad me llenas, porque me has amado entregando toda tu sangre por mí en la cruz, y me amas hoy y en todos los momentos de mi vida, incluso cuando no me lo creo.  ¡Qué pocas veces te reconozco! Pero enseguida, cuando mi pie tropieza, me vuelves a enseñar quién eres para mí, me vuelves a enamorar porque me doy cuenta de que Tus promesas y Tus planes riman con tu amor.

Que no tema Señor, porque estoy en las mejores manos que son las Tuyas. Porque cuando un atronador silencio lo envuelve todo, sales Tú al paso, y me enseñas lo que has siempre has pensado para este mundo y para mí, que no es otra cosa que el bien y el amor.

Ayúdame por tanto Señor a que no cunda el pánico en mi vida, y si en algún momento pasa, que sepa volverme hacia Tu Rostro, y reconocer Tu mirada de amor.


 

 

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