Saltar al contenido
Seminario Conciliar de Madrid
  • ¿Quiénes somos?
    • El rector y los formadores
    • Los seminaristas
  • Día a día
    • ¡Ven a adorarle!
    • La revista
    • Nuestra Biblioteca
    • Cine-Sala Toribio
    • Café y Compañía
  • La Vocación
    • Grupo de discernimiento vocacional
    • Testimonios de seminaristas
      • El Fotomatón
    • Testimonios de sacerdotes
    • Preguntas y respuestas
  • Contacto
  • Ayúdanos

Oración 16 enero 2018

 

EVANGELIO

Del evangelio según san Marcos (2,23-28):

Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas.
Los fariseos le dijeron: «Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?»
Él les respondió: «¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros.»
Y añadió: «El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado.»

CANCIONES

 

MEDITACIONES

“Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?”

por Jorge B.

Maestro, hasta a ti te hacemos preguntas rápidas, críticas de otro, o te manifestamos nuestra incomprensión señalando a otra parte. Preguntas que nacen de una mirada corta, que se ha ido reduciendo en su campo de visión hasta centrarse sólo en mí: si lo veo justo, si me ofende, si se podría hacer de otra manera…

Al final nos perdemos mucho de lo grande, bella y sorprendente que puede ser la realidad. También podemos quedarnos atascados en el mal que vivimos o sufrimos, y es normal que a veces no sepamos mirar más allá. Tú lo sabes. Y por eso nos respondes como a los fariseos, guiándonos, dándonos razones desde el nivel que estamos para llevarnos a lo alto, para ensanchar nuestra mirada. Con la Escritura, poniendo los ojos en Dios y mirándote a ti. Pasar todo por tu Corazón, que va a lo esencial, no se queda en los hechos, la apariencia de la persona o su actuar. Vas a la intención, al porqué.

Una mirada, tu mirada, la que nos quieres ofrecer, que vea con misericordia y esperanza, como una oportunidad de salvación nuestras relaciones con los hermanos, el mundo, los acontecimientos. Sin juzgar a la ligera. Sin atrevernos a querer entender, juzgar a la ligera y controlar todo.

Enséñanos a ser mansos y humildes de corazón. Danos tu mirada de amor.


“El sábado se hizo para el hombre no el hombre para el sábado; así el Hijo del Hombre es también Señor del sábado”

por Guillermo C.

Con vuestra licencia Soberano Señor Sacramentado.

Podríamos entender esta última frase del evangelio de hoy como otro “zasca” al hipócrita de turno, como un buen slogan para un estado de whatsapp, o quizá como un silogismo digno de un catedrático de la prestigiosa universidad San Dámaso…menos mal que nos asiste el Espíritu Santo.

“El sábado se hizo para el hombre, no el hombre para el sábado”. A poco que pensemos en esto que nos dices hoy, rápidamente caemos en la cuenta de que somos de lo mejorcito de la Creación. Porque nos amas especialmente, nos haces destinatarios del don de la Creación, un regalo que ni en rebajas. Por tu amor, el hombre es señor del sábado. El don de la creación no es un regalo así sin más, a ver si nos gusta. La creación nos es dada por un motivo: la santidad. Es tu amor por nosotros lo que nos dota de dignidad, y lo que hace que todo a nuestro alrededor tenga sentido.

Porque me amas, yo te amo; porque me has regalado una familia, yo la quiero; porque me has regalado al otro, yo le quiero; porque me has regalado los sacramentos, yo los abrazo. En definitiva, gracias a que Dios es el Señor del hombre, el hombre es señor del sábado.

Es solo tu amor el que me empuja a quererte.

“El Hijo del Hombre es también Señor del sábado”. Con esta frase, tu amor por nosotros, Señor, queda al descubierto. En vez de mostrar tu señorío divino sobre el sábado, cosa que harás cuando toque, decides acoger y defender tu humanidad. No renuncias a recorrer con nosotros el camino. ¡Cuánto consuelo nos guardas en tu santa humanidad! ¡Ayúdanos!

Corazón dulcísimo de María, prepáranos un camino seguro.

 

Seminario de Madrid

Seminario de Madrid

¡Síguenos en redes sociales! →

facebook-logo   logo-youtube   logo-de-insta

Tema de Colorlib. Funciona con WordPress.