Este sábado celebramos la fiesta de nuestra patrona, la Virgen de la Almudena, un día muy importante para toda la diócesis de Madrid.

Los eventos festivos comenzaron en la víspera del gran día con la Vigilia de la Almudena celebrada en la Catedral con nuestro arzobispo, D. Carlos, en la que nos juntamos muchísimos jóvenes de todas las parroquias de Madrid para pedirle a Nuestra Madre su ayuda e intercesión en un ambiente muy familiar en el que no cabía un alma en la Catedral (muchos tuvieron que sentarse en el suelo o en cualquier esquina ante la falta de sitios).

El día amaneció frío, pero eso no fue óbice para que nuestra ilusión se mantuviera intacta. Los seminaristas tuvimos la suerte de estar presentes en la Santa Misa que se celebró en la Plaza Mayor de Madrid ante una gran cantidad de gente que se quiso acercar para ver a la Virgen procesionar por las calles de nuestra ciudad y poder repartir la comunión a tantísima gente nos llenó de emoción.

Posteriormente tuvo lugar el almuerzo en el Seminario para todos los sacerdotes, en el cual, nosotros, los seminaristas, nos encargamos de servir a nuestros mayores en la fe y poder charlar con ellos en un clima de festividad y de hermandad para con los sacerdotes de la diócesis de Madrid.